Se identifican las áreas de la empresa que podrían beneficiarse de una mayor integración tecnológica y se establecen objetivos claros.
Se conforma un equipo multidisciplinario de profesionales de TI con habilidades complementarias.
Se definen las funciones y responsabilidades de cada miembro del equipo, que pueden incluir soporte técnico, gestión de proyectos, desarrollo de software, etc.
Se crea un plan estratégico para la implementación de soluciones tecnológicas y la transformación digital.
El equipo trabaja en el desarrollo e implementación de proyectos tecnológicos, asegurando que se cumplan los objetivos establecidos.
Se realiza un seguimiento y evaluación constante de las soluciones implementadas para asegurarse de que estén funcionando correctamente y cumpliendo con los objetivos.